Los sistemas de producción intensiva, conocidos como granjas industriales, causan el sufrimiento de miles de millones de animales, causan el cambio climático, impulsan la pérdida de biodiversidad y amenazan la salud pública. La raíz es nuestro sistema alimentario global, que está roto y fuera de control
Un sistema alimentario insostenible y descontrolado
La población mundial se ha duplicado en los últimos 50 años, mientras que el consumo de carne se ha multiplicado por cinco. Por lo tanto: la producción total de carne ha estado creciendo a un ritmo mucho más rápido que la tasa de crecimiento de la población a nivel global. Esto tiene un alto impacto en el planeta, los recursos naturales y el medio ambiente.
Estamos en crisis climática y la producción animal es actualmente responsable del 18% del total global de emisiones de efecto invernadero, más que el sector transporte combinado. Y se espera que para 2050 la producción animal representará el 80% del total de emisiones permitidas.
¿Vale la pena destruir nuestro planeta para seguir consumiendo carne y lácteos en exceso?
Un 70% de la superficie habitable del planeta se utiliza para producción animal y cosechar alimento para animales de granja, pero esto sólo proporciona el 17% de la ingesta calórica global, socavando la seguridad alimentaria.
Y se espera que el consumo de carne siga creciendo. El último reporte de la FAO/OCDE20 Agricultural Outlook2 pronostica que la producción de carne de res, cerdo, aves y ovejas crecerá un 5,9%, 13,1%, 17,8% y 15,7% respectivamente para 2030. Se espera que la carne de aves representará el 41% de todas las proteínas de fuentes cárnicas en 2030.
Se prevé que el consumo de carne crezca un 30 % en África , un 18 % en la región de Asia y el Pacífico y un 12 % en América Latina; por otra parte el aumento proyectado en el consumo de carne es del 0,4% en Europa y del 9% en América del Norte.
Un sistema que produce sufrimiento a escala industrial
La mayoría de animales que se crían para consumo humano, aproximadamente 70 mil millones por año, están confinados en las granjas industriales. En estos lugares viven terribles maltratos físicos y psicológicos y no se tiene en cuenta sus necesidades e instintos naturales.
El estrés y maltrato que soportan estos animales los está enfermando, por lo que se les administra grandes cantidades de antibióticos de forma sistemática para evitar que mueran. A nivel mundial, el 75% de todos los antibióticos disponibles en el mundo se utilizan en la producción animal. Esto facilita el desarrollo de superbacterias, que luego pueden representar importantes riesgos para la salud humana.
A nuestro sistema alimentario global le urge un cambio
Debemos reducir el consumo de carne y lácteos drásticamente, optar por más opciones de proteína a base de plantas, imponer una moratoria a la creación de nuevas granjas industriales y que los sistemas de producción animal restantes sean transformados para que sean sostenibles y de alto bienestar.
Los gobiernos tienen que actuar ya: dejar de apoyar a las granjas industriales, reorientar las subvenciones agrícolas para apoyar los sistemas ganaderos agroecológicos, regenerativos y pastoriles, comprometerse a reducir, en el ámbito mundial, la producción y el consumo promedio de carne, y hacer frente al poder y al dominio sin control de las pocas empresas multinacionales.
Esta es la década para la acción, este es el momento para que los gobiernos hagan los cambios necesarios, por las personas, el planeta y los animales. Antes de que sea demasiado tarde.
El cambio es posible, pero necesitamos de tu ayuda
Puedes elegir no apoyar las crueles granjas industriales incorporando más alimentos de origen vegetal en tu dieta y reduciendo la ingesta de carne y lácteos. ¿Te unes?
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